Te pido perdón por el tiempo, los buenos y los malos momentos porque cada uno de ellos es motivo para el recuerdo de nuestros rostros, el embriagante aroma de nuestra compañía que calmaba la ansiedad y pintaba bajo el mismo techo de tantas formas distintas la soledad.
Te pido perdón por aquel espacio, el que siempre guardaste para mis manos, cuando la mirada mutua estilaba algo que supe por nombre admiración y creía en el honor de saberse bello para quien te abraza, de saberse tan simplemente útil para quien me hacia sentir pleno.
Te pido perdón por los sueños, que embellecían gratuitamente nuestro presente, imaginación de saber cómo deseamos estar entre nosotros, tantos mundos fueron creados en ese techo mientras ventanas infinitas nos invitaban a escaparnos. Te pido perdón por el dolor, esa angustia que nos despierta y nos dice que estamos vivos y nos grita en pedazos el lugar de aquella herida que habrá que sanar, lágrimas de piel que sollozaron los errores, los destrozos, las iras mientras afuera la imagen intacta mantenía inalterable el curso de lo social.
Te pido perdón por lo que no fue nuestro, tan inútil para vivir pero tanto daño que su ausencia causa, envidia que no era ni sana ni enferma, envidia pura que escondía la mirada por los reflejos que ciegan, pero nos traía a lo nuestro, escaso o tan abundante, pero nuestro.
Te pido perdón por no ser otro, quizá porque no lo deseo y sentía placer, así, siendo terco.
Te pido perdón por que sé que la decisión no ha sido solo tuya, y yo hoy también la he tomado, nuevamente, puedo decir mi decisión. Y seré responsable por lo que siento, por lo que he hecho y he dejado de hacer, y seré responsable por la vida que embellecí, por las alegrías y tristezas que por mi causa vieron luz, y serán mis manos el camino. Por ellas he iniciado la historia que he contado y en ellas terminarán de recorrer estas palabras, cansado ha sido el camino y de tantas formas distintas he intentado escribir solo una cosa, hasta que por fin puedo decirlo.
Te pido perdón porque no sé olvidar.
martes, 2 de diciembre de 2008
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1 comentario:
No entiendo por qué has abandonado tu blog...acaso tienes otro?....acaso no hay miles que tienen necesidad de sentir en cuerpo y alma lo que escribes?... díme...no te conozco, pero díme...por qué teniendo ese don que te dio Dios has dejado de escribir?.... no es fácil, nadie dice que es fácil montar ideas en un párrafo y dejar salir el alma en cada uno de ellos... No te abandones, te lo digo de ser humano a ser humano....
Valy
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